Alguno de ustedes ya habrá visto estas ilustraciones mientras hacía sus compras navideñas. Este fue mi humilde aporte al imaginario navideño de este año: una lata de pan dulce. Este trabajo me hizo acordar mucho a mi abuela portuguesa y a mi papá: cuando yo era pequeña mi familia paterna tenía una confitería y los vecinos de Barracas decían que de allí salía el mejor pan dulce del barrio. La navidad para mí, tiene aroma de agua de azahar y naranja igual al que salía del horno de mi abuela. En cuanto pueda sacar una foto a la lata final, prometo subirla. Felicidades para todos!!!
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